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miércoles, diciembre 06, 2006

Violación de un policia

A veces los placeres han de llegar por sorpresa. Un policia aprende la leccion por parte de un fuerte obrero.Todos mis compañeros se habian largado ya de la obra cuando aparecio. Serian las tres de la tarde y hacia un calor de locos. Era el principio del verano y a partir de las cinco de la tarde ya no habia ni dios que trabajase en ese pueblo. Se acerco por la obra justo para ver como los peones mas jovenes se marchaban con sus motos y sus coches modificados a restregarles la picha a sus novias, asi que me toco a mi recibirle. Y vaya recepcion. De entrada me deslumbro con su sonrisa propia de quien confia en la bondad de los extraños, enmarcada en su silueta de oso fuerte. Era un policia de uniforme, delante de su coche. Grande, de mediana edad, Me costo mantener la vista en sus hombros anchos y su rostro, enmarcado con una barba castaña, casi rojiza, y un pelo corto a juego, rematada con unos ojos azules y tiernos, que dudo mucho fueran capaces de ver el mal, tal como se le supone a un policia, o no me habria cogido la mano cuando se la ofreci.Le di un buen apreton de mano, exhibiendo mi antebrazo fuerte y venudo.- Buenas tardes, jefe.- le salude intentando parecer el tipico jefe de obra.Sin perder su sonrisa, el mosso (mozo, asi le llaman a la policia autonomica de Cataluña) no pudo evitar desviar su mirada a mi apestosa camiseta mojada, que se pegaba a mi piel y a mis pectorales pringosos por el sudor.- Disculpe- le dije al respecto- No hay quien trabaje con este calor.El capto inmediatamente mi referencia vaga a mi aspecto y me sonrio para no incomodarme mas, me imagino.- Si no le importa...- dijo mientras se sacaba la chaqueta reglamentaria y se deshacia el nudo de la corbata.Dejo sus ropas en el sillon del conductor de su coche, del que emanaba el aura fresca y seca propia del aire acondicionado. Pero apenas senti eso ya que aproveche para evaluar su anatomia con voracidad. Era un hombre fuerte, un oso de verdad. No se le veia aspecto de culturista, se le veia como el tipico hombreton de musculos densos y voluminosos, pero poco definidos, con la clase de fuerza que dura toda la vida. Mas o menos como yo, pero se muy bien que a los jovencitos les impresiona mas ver musculos definidos, y por eso me los trabajo en el gimnasio.- Vera, vengo a hacer la inspeccion regular de permisos- me dijo el policia.- Ah, si.- le conteste.- Pase dentro, se esta mas fresco.El policia asintio con un breve golpe de su cuello ancho y se adelanto hacia la obra con una sonrisa y los ojos entrecerrados, cegados por la luz del sol de verano. Le pase diligentemente un casco de obra cuando llegamos al interior de la casa, y el parecio recibirlo como un regalo inesperado. Ya os he dicho que este hombre parecia no olisquear el mal en ninguna situacion. Y esta vez no lo digo por mi, sino por la cantidad de cosas que pueden caerte en la cabeza en una obra abierta al viento. Se quito la gorra y la substituyo por el casco amarillo chillon de obrero, como un niño probandose un disfraz. Al ver semejante ejemplar de macho investirse con uno de mis fetiches, todo mi aparato reproductor entro en alerta roja, y uno por uno empezo a activar los mecanismos necesarios para la batalla. Pude sentir como mis cojones empezaban a destilar esperma para la mision y se volvieron gravidos en mis pantalones cortos de trabajo. Intente desvincular mi mente de esa actividad porque se que lo que viene despues es mi ereccion de caballo patentada, y no queria que mi pobre victima tuviese pistas tan evidentes de mis intenciones.- Vienen bastante ¿no?- le dije, en referencia a que habian venido varias veces las autoridades a comprobar las licencias.Pasamos entre la jungla de soportes que apuntalaban el techo y le lleve a los bidones que usabamos como mesas en el primer piso de la obra, donde guardabamos tambien durante el dia los documentos en una carpeta.- La gente no esta muy contenta con que se este construyendo tanto en este pueblo.- comento, dejando claro por su tono que el tampoco aprobaba nuestro trabajo alli.Yo ya habia construido un par de casas en aquel pueblo. Sabiamos que el que nos la encargo solo la queria para especular, y muchos otros tambien construian por esa razon. El suelo de aquel pueblo se habia encarecido mucho desde que se instalo la nueva estacion de ferrocarriles, ya que eso lo dejaba a un paso de las principales ciudades. Por eso muchos constructores habian convertido ese pueblo en un lugar de residencia en los extrarradios para ricos. Eso no le gustaba mucho a la gente que habia nacido alli, que debia desembolsar cantidades absurdas de dinero para poder comprar su primera residencia en su propio pueblo.- En el ayuntamiento hay una parte de gente que quiere que se siga construyendo, por el dinero, claro, y otro grupo que quiere hacer lo imposible por asustar a los constructores.- argumento el policia."Lo que tu digas, machote" pense mientras le acariciaba su amplia espalda con la mirada. Le di la carpeta con los documentos y me acerque a la nevera portatil que guardabamos para los descansos. Cogi un par de cervezas frescas de la nevera. Junto a ella tambien guardabamos algunos utiles, que en realidad era lo que me interesaba coger.- Muchas gracias.- me dijo el policia, regalandome otra sonrisa que hizo que mi rabo babeara hambriento.Espere sentado en un bidon a que se terminara la cerveza mientras repasaba el papeleo. Me quite la camiseta exponiendo mi amplio torso a la tenue brisa y comprobe que desde aquel sitio, como de costumbre, nadie nos veria desde la calle. Flexione mis pectorales peludos y mi vientre macizo, con la piel tensa por los abdominales de piedra bajo ellos. Es mucho mas facil hacer trabajar a los peones jovenes si tienes algo con lo que impresionarlos y ganarte su respeto. Algunos jefes se compran coches caros, yo me pongo fuerte como un toro. Se que muchos de estos chavales salen del ejercito profesional, desilusionados por las condiciones laborales. Pero cuando salen esperan trabajar con alguien fuerte tanto fisica como mentalmente, como un militar. Eso no te viene en ningun coche caro. Has de trabajartelo y yo lo tengo. Esta cualidad tambien me ha proporcionado la oportunidad de partir algunos culos jovenes y virgenes de vez en cuando, y mis compañeros de trabajo mas antiguos lo saben. Saben que cuando a veces desaparezco con un joven macho de cabeza rapada y culo fuerte a la hora del almuerzo, vuelvo a trabajar con el sabor en la boca de la polla del chico, el olor de su entrepierna en mi bigote y mi barba de dos dias, y a veces su semen fresco y joven resbalando por mi garganta hacia mi estomago. Y el chaval aparece con el aroma de mi leche en su pecho, y alguna vez con mi semen en sus entrañas, manchandole los calzoncillos.Pensando en todo aquello, me puse mucho mas cachondo, y vi el sudor formandose en la frente de aquel pedazo de mosso mientras intentaba entender los documentos. Aquel sudor me descoloco. Me levante lentamente, me acerque sin despertar suspicacias por la espalda, y le baje de un tiron los pantalones hasta las rodillas, probablemente cargandome algun boton o el cinturon del policia en el proceso. El policia, completamente descolocado, se fue a coger el pantalon para subirselo, instintivamente, momento que aproveche para cogerle las muñecas y envolverselas con tiras de plastico de las que usamos para sujetar tubos y cables. Las habia visto utilizar por los policias americanos en alguna serie, y creo que son mas utiles que las esposas.- Pero... ¿Que hace?- se sorprendio el.Aproveche su confusion para sacarle el cinto con la pistola y las esposas, y mientras intentaba liberar sus piernas de sus propios pantalones, le espose el tobillo a uno de los soportes que apuntalaban el techo.- No se mueva mucho que se nos cae el techo encima.- le adverti con indiferencia.Era mentira, pero el se lo creyo todo.- Suelteme. ¿Pero que hace, imbecil?- Nada que no me haria a mi mismo.Ahora que tenia a ese oso macho atado y casi domado, pude empezar a recrearme. Podia disponer de el de espaldas o de boca, apoyandole en un bidon u otro. Le empece a desabrochar la camisa, mientras el me miraba con ojos aterrorizados. Como esperaba, aquel pueblo era muy pacifico, y el mosso estaba acostumbrado a que los problemas se limitaran a borracheras o algun robo ocasional. Tenia la guardia baja. Descubri su amplio y fuerte pecho pelado. Se debia afeitar, que pena. Pero su piel tenia un tono anaranjado, casi enrojecido, muy seductor. Su vientre fuerte sobresalia como un unico monte de carne. Los musculos estaban ahi, bajo la piel, densos y resistentes, pero su vida tranquila de poli local no se los destacaba como a mi, que se me notan las curvas de los abdominales. Con esfuerzo, pero gracias a mi experiencia, le consegui quitar la camisa sin liberarle. Creo que el pobre mosso no sabia lo que le esperaba hasta que me baje los pantalones yo tambien. Mis calzoncillos de diseño estaban deformados por la presion de mi miembro viril y me daban un aspecto atletico. Mi victima llevaba unos calzoncillos muy normales, casi de crio. Creo que el se dio cuenta de eso y se avergonzo un poco. En su paquete no se observaba ninguna actividad, porque estaba aterrado. Me puse sobre el y le roce mi paquete con el suyo, para que sintiera a traves de la tela el calor que su presencia producia en mi cuerpo. Hubo un breve y neumatico forcejeo entre nuestros bultos hasta que mi falo se alineo entre los voluminosos cojones del policia.- Por favor- intento negociar el poli.- Estoy casado...Me dio igual, le bese en los labios, explorando su resistencia. Encontre su boca muy hostil, y me dije a mi mismo que mi rabo no entraria ahi dentro.- Le detendre por acos...Le mordi los pezones y se los succione hasta dejarselos erectos, liberando un pequeño rio de babas en el esternon, entre uno y otro, que se extendio hacia el vientre. "Cuando acabe contigo habran cosas que te avergonzaras de admitir" pense. Le baje los calzoncillos y descubri su rabo blando con sus dos cojones peludos, grandes como ciruelas, luchando por espacio donde respirar entre sus piernas unidas. Le comi la polla y se la succione, poniendosela morcillona, mucho mas grande que antes. Le envolvi los cojones con mi boca, con dificultad, y luego solo uno y luego el otro. Los tenia enormes y duros, los gruesos conductos que mantenian sus cojones unidos a su vientre palpitaban contra mi lengua. Le mordi levemente el cojon izquierdo mientras veia sus piernas fuertes y anchas como troncos temblar por la tension y la indefension. Luego me levante y le observe. Todo su torso creciendo y relajandose en respiraciones aterradas. El policia, con su cara de oso agonizante, no conseguia articular palabra. Me baje los calzoncillos de diseño y mi falo surgio con la fuerza de un muelle de acero. Recto y duro. Casi dieciocho centimetros de carne purpura, fornida y envuelta en venas oscuras y gruesas como cables, que parecian evitar que mi carne estallara o creciera aun mas.Antes de darle la vuelta a mi presa, pude observar en el sus ojos aterrorizados cuando sintio el volumen del espolon con el que yo amenazaba el esfinter que resguardaba su orgullo. Le masajee la espalda para tranquilizarle. Tenia una espalda de guerrero, y un culo ancho y unas piernas que me parecieron descomunales, de corredor o futbolista. Me recoste sobre el, depositando mi polla entre sus gluteos, para que constatara mis medidas a traves del tacto de lo que se le venia encima. Mientras le hablaba, cogi mis calzoncillos y se los pase por la boca. Le llene la boca con el trozo de mi ropa interior que olia mas a cojones sudados tras un dia de trabajo y se los ate a la nuca.- Esto que sientes en tu culo no es una polla- le dije- es el camino al placer mas absoluto o al dolor mas lacerante. Tu eliges. Yo quiero verte sufrir el placer, pero si aprietas el culo, si no me dejas entrar bien, te dolera, sangraras como un cerdo destripado y no podras volver a sentarte sin acordarte de mi.Exagere un poco, pero si se habia tragado lo de que si movia la pierna atada al soporte del techo, este se caeria, se tragaria cualquier cosa. Me separe de el y ande con mi rabo tieso hasta mi bolsa de deporte, donde guardaba mi ropa y el lubricante por si surge la ocasion. Observe como el policia no perdia de vista mi miembro oscilante y recto entre mis piernas. Quizas estaba intentando calibrar su volumen, prepararse para la cantidad de dolor que podia sufrir si le atacaba con ese pedazo de carne. Me senti un poco exhibicionista y movi mi falo con los musculos de mear, hinchandolo, para que se alzara, sin tocarlo con mis manos. Se asusto todavia mas. Cogi mis cosas y recupere el contacto con su cuerpo.En todo momento, mi presa lanzaba gemidos, como rogando, pero cuando empece a lamer su ano para relajarselo estos gemidos se interrumpian por breves segundos de incredulidad.- ¿Es que tu hembra no te ha lamido nunca el culo, machote?- le pregunte divertido.Su trasero olia a culo y sudor, pero valia la pena notar como se relajaba poco a poco. Pero perdi la paciencia, mi falo palpitante me pedia mas. Le esparci una buena cantidad de lubricante transparente en el culo, y me dedique a extenderselo por fuera y por dentro, con un par de dedos traviesos. Cuando mis dedos entraron en el cuerpo de mi pobre presa, el se puso a llorar. Treinta y cinco años de macho policia, la edad que debia tener, lloraban como un niño ante mi asedio. Se acababa de dar cuenta de que iba a ser violado. Me lubrique el rabo sin mas dilacion y deposite la cabeza en su ano.- Ahora es cuando tienes que dejarme darte placer.- le dije recostando mi torso contra su espalda.Cuando me separe de el para dirigir mejor la maniobra de violacion, note como nuestros sudores se mezclaron. El de mi pecho y el de su espalda. De sus axilas manaba un olor que me excitaba y me ponia furioso. Era su miedo, su panico. Empece a presionar con mi poderoso culo, veterano en estos menesteres. Mientras, mi macho se sometia abrazando el bidon en el que le apoye. Su cara se enrojecia. Se resistia.- Ablanda el culo o entrare de un golpe y te partire en dos.- le adverti.- Ten valor.El hizo lo que un hombre adulto y virgen, fuerte como un toro, hace con su virilidad puesta a prueba. Rindio su culo y se convencio poco a poco de que su hombria no dependia de su virginidad anal.- Asi...- le informe.- La cabeza ya esta dentro.Mi policia solto el aire, tras el esfuerzo inicial.Enterre mi descomunal espolon de carne centimetro a centimetro. El macho gemia a gritos de dolor pero yo detenia el paso y volvia a clavar cuando notaba que se acostumbraba. El lubricante no hacia mucho mas faciles las cosas. A mis ganas de hacerle gozar, se contraponia mi deseo animal de imponerme a aquel macho y consagrar con mi semen su hombria. Queria ver entrar y salir mi polla de aquel tio, ungida en sangre y semen, con gritos de dolor aplaudiendo mi faena. Pero me contuve, y poco a poco ensarte completamente el cuerpo de aquel policia. Cuando finalmente mi escroto afeitado choco con los enormes cojones de mi hombre, me senti tan macho que le ofreci una demostracion de hombria, empujando hacia su interior con tal fuerza que le levante del suelo. Sus pies apenas tocaban de puntillas en el suelo mientras el se aferraba al bidon y gritaba, llorando. Lo tenia ensartado en mi polla como un soldado victorioso que, tras una lucha a muerte, empala a su enemigo en su lanza con un jubilo sadico. Durante un segundo, sin embargo, el policia se callo, y se quedo con los ojos abiertos. Creo que fue la primera vez que le toque su prostata.Finalmente inicie la follada. Empece a embestirle con rapidez, horadandole con movimientos ligeramente rotatorios, buscando de nuevo ese silencio que le sobrecogio cuando le empale por completo. Pero mi policia seguia gimiendo y mordiendo mis calzoncillos con los que le amordace como si le estuvieran destripando, asi que me olvide del altruismo y pase a movimientos largos y empujes contundentes, que hacian que el hombre se sacudiese al recibir todo el impacto y sus musculos temblasen brevemente en cada embestida. Poco a poco, el pobre macho encontro un ritmo en la respiracion acorde con mis esfuerzos y no tarde en reconocer en la forma en que se arqueaba su cuello y su espalda la influencia del contacto de mi falo con su prostata. Incluso su culo ascendio para que mis idas y venidas llegaran mas comodas y profundamente al lugar en el que su dolor se hacia tolerable y casi deseable. Me tumbe sobre su espalda para que sintiera mi aliento de macho en celo en sus hombros sudados. En su hermosa cara, los rasgos que se me habian antojado los signos de una virilidad pacifica y paciente, se apretaban en una mueca de dolor, pero su boca permanecia cerrada, y de sus parpados cerrados manaban lagrimas. Separe un poco mas sus piernas con uno de mis pies y le embesti de nuevo, un poco mas profundamente. Esta vez se le escapo un gemido que reconoci de algunos de mis potrillos jovenes y virgenes que se entregaban a mi entre jornadas.Con impaciencia, meti una mano bajo su cuerpo. Recorri su vientre redondo y macizo, cubierto por una pelicula de sudor, y descendi hasta su entrepierna donde me esperaba mi premio. Aquel policia tenia un falo corto pero grueso, quizas quince centimetros de suculenta carne sin circuncidar. Se curvaba ligeramente hacia arriba, en un angulo perfecto, y llenaba mi mano por completo. En la punta, como postre, senti la textura del fluido preseminal. Tras ese digno miembro, sus dos cojones se apretaban alrededor de su pene, cuyo tronco era visible hasta el ano, donde mi aparato operaba implacablemente. Desplace todo el aparato reproductor de mi presa hacia atras, para poder sentir sus cojones chocar con los mios. El asedio de mi ariete prosiguio, incansable, excitado por el ritmo del palmeteo de sus bolas de toro contra las mias. El policia habia regresado al corazon de su conciencia, su estado de animal, avido de sensaciones, cuyo unico lenguaje eran unos jadeos cortos y potentes que se imponian incluso a mis gemidos viriles. A los pocos envites, mi voluntad quedo anulada por mis huevos, me enterre en el como un gladiador que apuñala a su rival tras un combate frenetico. Lo rellene de semen entre convulsiones pelvicas que me quitaron el aliento durante un par de segundos. Mi miembro perdio parte de su agresividad y me retire lentamente de las entrañas de mi amigo.Mi falo dejo el ano del policia muy abierto y rojo, pero no parecia roto como temia. Subitamente, del ano desencajado de ese hombreton grande y enrojecido mano mi semilla en gruesos chorros blancos. Esa hermosa vision me hipnotizo, y solo me desperto el chapoteo sordo que hizo mi leche al caer sobre el hormigon que puse alli con mis amigos obreros casi un mes atras. Di la vuelta a mi presa, que resollaba con los ojos apretados como el soldado de las peliculas al que le acaban de extraer una flecha. Su ereccion de concurso seguia alli.Me lubrique un par de dedos y los enterre en su ano enrojecido. Hurgue en sus intestinos y le masajee la prostata. Me costo mucho tiempo de practica con mis jovenes machos aprender esto, pero ahora me sale siempre. Al poco rato mi presa mejoro su ereccion. Su miembro casi ennegrecio, sus cojones ascendieron y se pegaron alrededor de su falo, como los cargadores de un arma de fuego. Sus gemidos delataban algo mas que dolor. Era un placer desconocido que su cerebro desentrenado no sabia catalogar. El policia abrio sus ojos lagrimosos para ver que le estaba ocurriendo. Su grueso falo curvo era un monolito purpureo foco de un extraño ritual oscuro que tenia lugar en su propio cuerpo, en su reino intimo y sagrado, que nunca habia sido profanado. Su cuerpo le dio la respuesta que sus ojos buscaban en forma de una eyaculacion bestial que yo nunca habia visto. Los tres primeros chorros llegaron muy lejos, los perdi de vista, despues, su polla extendio tres densas cuerdas de semen a lo largo del torso de mi montura.El policia cerro sus ojos, que le volvian a llorar. Su cuerpo le habia traicionado. Todavia entre convulsiones post orgasmicas, su rostro reconocia al fin el placer. Su cuerpo se rendia al fin a mis regalos. Lami las pruebas flagrantes de esa traicion del corpachon agotado de mi compañero. Su semen era cremoso, empalagoso, lleno de substancia. Masajee el cuerpo de mi compañero involuntario. Luego le retire mis calzoncillos de su boca. Le abri las esposas y libere su pie. El policia parecia demasiado confuso o agotado para reaccionar. Cogi unas tijeras y le libere las manos. Le fui a entregar su ropa, pero me sorprendio con un puñetazo. Y luego otro.Eran puñetazos inexpertos, casi inconscientes, pero puñetazos al fin y al cabo. Me partio la ceja y un labio. La sangre se acumulo al costado de mi cara, aglutinandose en mi espeso bigote y mi barba de dos dias. Quede atontado, y cuando me di cuenta, me habia esposado, habia recuperado su cinturon con su arma y me apuntaba con ella. No le dije nada, me quede recostado sobre un bidon, sangrando y resollando, con las manos esposadas a mi espalda, en una posicion similar a la suya hacia unos minutos.El policia parecio recuperar un poco el control. Sus tiernos ojos irradiaban la ira del hombre justo. Queria devolverme todo lo que le habia hecho. Poso el cañon de su arma entre mi pene morcillon y mis cojones. No podia expresar nada, seguia aturdido por el sexo del que habia disfrutado, y el contacto de aquel arma fria sobre mis gonadas desperto de nuevo mi ereccion, que crecio lentamente ante los incredulos ojos de mi captor.El policia bufo, enfadado, dejo el arma sobre un bidon ¡y se masturbo delante de mi!- Vas a ver… – me dijo con un tono mas envenenado y arisco que cualquier insulto.Se provoco una gran empalmada y me follo brutalmente. Me abrio como a una puta cogiendome por la cara interna de las rodillas y busco mi culo sin ningun cuidado. Me hizo lo que nunca le habia hecho a su mujer pero deseaba hacerle. Se sacio con mi cuerpo. Me sometio unicamente con su pene. Restrego su hombria humeda por mis entrañas, sin preocuparse por si me rajaba con su falo curvo, que se aferraba a mi interior como un gancho. Se libero, se sacio conmigo usando la parte de su cuerpo que era la maxima expresion de su virilidad Grite y gemi exageradamente. Creo que le hice creer que me mataba de dolor. Solo mi ereccion de toro me delataba. Afortunadamente tengo el culo bien preparado para este deporte. Pero no se corrio en mi interior, me reservaba algo mas humillante segun su propia conciencia. Se iba a ensañar conmigo. Mi policia no iba a volver a casa y decirle a su esposa que llevaba en su interior el semen de otro hombre, o que le habia gustado. Tampoco iba a denunciar una violacion.- Arrodillate.- me dijo.- Arrodillate o te disparo.Me arrodille como un preso a punto de ser ejecutado por el tiro en la cabeza. Me presento orgulloso su ereccion bruñida bajo su torso brillante todavia por el sudor y los restos de su espesa corrida. Su cuerno de carne olia a mi culo, a nuestro semen y al lubricante, pero era irresistible. Un aura de calor lo rodeaba. Me cogio de la cabeza y me atraveso por la boca con su rabo.- Como muerdas te mato.- me advirtio.Me empezo a embestir con furia. Su falo me hizo tener arcadas un par de veces. Me ahogaba. Casi vomito una vez. El se dio cuenta y me mantuvo al borde de la asfixia todo el rato. Lo que le faltaba en experiencia lo suplia con crueldad. Mientras, su carne entraba y salia de mi, poseyendome, violandome. Y yo le seguia el juego.- Hijo de puta.- me llamaba.- Come carne, cabron. Vas a acordarte de mi. Violador… ¿Quieres leche de hombre, eh…?Su orgasmo le arrebato la capacidad de proferir guarradas, pero me atrapo bien por la nuca y senti el aroma de su vello pubico y sus cojones en mi barbilla mientras su falo volcaba a borbotones espasmodicos su semilla en mi interior. Por dios, era demasiada lefa. Mame de el hasta que su rabo se relajo, y trague su leche salada y espesa. El se quedo un minuto traspuesto, quizas incapaz de creerse lo que habia hecho y lo bien que le habia sentado.Aproveche ese momento para levantarme a pesar de mi culo dolorido. Le mire a los ojos. Habia despertado a un hombre bruto y salvaje, pero tras la eyaculacion volvia a ser el hombre tierno que era, pero confuso. Le bese en los labios y el tardo en reaccionar. Le mordisquee el labio inferior y no se resistio. Compartimos el aliento. Al medio minuto se separo de mi sin empujarme. Me dio la vuelta y me abrio las esposas. Se marcho de alli con el torso brillante y sudoroso al descubierto, andando a horcajadas, con el culo dolorido, pero la cabeza bien alta. Mirandole por detras, tras destrozar mi hombria y con su propia masculinidad resurgida de sus cenizas, mas fuerte y experimentada, ahora parecia un verdadero guerrero.Sali a mirar desde el primer piso hacia abajo, donde el policia ya se habia vestido y estaba cogiendo su coche. Le silbe y me miro desde abajo, a tiempo para ver como me pajeaba y regalaba mi leche al viento. Su cara enrojecio de ira y se marcho.Mi historia con el policia no acabo aqui. La semana siguiente se volvio a presentar en la obra. Espero que todo el mundo se hubiera ido y luego me golpeo un par de veces en las tripas. Me violo como a un perro, me lleno las tripas de leche y luego se marcho. Esto lo hizo un par de veces, siempre con fuerza, con crueldad, con orgasmos empapados de ira y sin decir una palabra. A la tercera semana volvio y me violo sin la paliza previa, pero al acabar, mientras yo descansaba con el culo rebosante de su leche, se quedo mirando mi ereccion bestial. En su cara pude leer un sentimiento de deuda. Agarro mi polla, me la sacudio un par de minutos, lo que tarde en correrme.Poco a poco fue presentandose con mas frecuencia. Se volvio mas sibarita, y yo le recibia con una sonrisa para mamarsela, y al final el tambien. Yo me ponia de rodillas y, con las manos a la espalda, esperaba pacientemente a que desenvolviese sus organos reproductores y me llenara con ellos la boca. Poco a poco volvio a ser el policia tierno que creia en la bondad de las personas, pero ejerciendo su derecho de carne sobre mi. Tanto el como yo sabiamos que su ira era la excusa que necesitaba para experimentar mas, para conocerse a si mismo.-Me llamo Luis - me dijo un dia tras correrse en mi boca.Creo que a partir de ese dia pase de ser su puto a su amigo, que es lo que yo buscaba desde el principio. Le decia siempre donde iba a estar yo trabajando, y el venia a cobrarse su venganza, aunque al final ya eramos colegas y el aprendio a chuparmela y a hacerme unas cuantas cosas mas. De vez en cuando todavia se vengaba de mi, follandome en algun sitio donde alguno de mis compañeros obreros pudiese verme y correr la voz de que un poli enorme y fuerte me reventaba el culo, en el lavabo del bar o durante la hora del almuerzo. Pero a mi me gustaba, si Luis supiera lo cotizado que esta un cuerpo como el suyo en el mundo de los osos, se daria cuenta de que no era una vergüenza para mi que me vieran siendo penetrado brutalmente por su falo. Pero despues de todo, Luis resulto ser uno de los mejores compañeros que he tenido. Desconocia los celos, aprendia rapido y era un buen amigo. Compartimos buenos momentos, y de vez en cuando se atreve a un trio con alguno de mis jovenes aprendices. Poco a poco se relajo, y hasta su relacion con su mujer se fortalecio. Me conto como ahora experimentaba con ella y como ella le decia que de repente le notaba mas bruto, mas suelto en la cama, mas macho y que le encantaba. Yo encontraba estas cosas muy divertidas. Le decia que en algunas cosas habia que olvidarse de la buena educacion y entrar a trapo. Como hice yo con el.